1. La Gata de Sarapiquí
Después de una etapa difícil en mi vida, decido un 31 de diciembre del año 2005, escribir mis metas, sueños y proyectos en un papelito… yo sabía que muchas de esas peticiones serían cumplidas y debía de estar preparado para esa transformación. Poco después, luego de un año sin trabajo estable, recibo el 10 de enero un telegrama en el que se me notifica que quedo nombrado en el Colegio Telesecundaria La Gata, en Puerto Viejo de Sarapiquí de Heredia… Para mi fue todo un cambio, un susto, una etapa de prueba en todo sentido…
Vivir solo, lejos de mi familia, amigos, conocidos, pueblo natal… Prácticamente incomunicado con la civilización, entre montañas, potreros… ahí aprendí a buscar a Dios en la soledad…
El año pasado yo quería servir a Dios y agradarle y lo que sentí que Él quería conmigo era que le obedeciera. Así que comencé a obedecer ciegamente, sin preguntarle porqué, ni para qué… En algunas ocasiones se me hacía difícil y tuve que cambiar muchas áreas en mi vida…
Hoy entiendo que en mi vida no iba a avanzar como Dios quería sin las pruebas y enseñanzas que él me dio. No digo que sea perfecto, ni que aun haya alcanzado el propósito para el que fui llamado, pero continuo militando en su ejército.
Duré varios meses comprendí que no me debía dar por vencido y que la lucha continuaría por mucho más tiempo… y cuando pude entender que Dios me estaba formando, sólo me dejé guiar y todo fue más fácil.
Hace aproximadamente un año, el hambre y sed de Dios aumentó en mi vida. Me cansé de ser un cristiano de iglesia acostumbrado a las comodidades y decidí cambiar mi forma de pensar y de vivir.
Sé que si uno tiene un ministerio debe apasionarse, trabajar, prepararse y buscar mucho de Dios… y eso es lo que he estado haciendo.
Hay varios secretos que uno puede descubrir en la Palabra para crecer espiritualmente:
a) Olvidarse de sí mismo.
b) Cargar nuestra cruz cada día.
c) Seguir a Cristo.
No es una cuestión de pedirle algo al Señor de vez en cuando o de olvidarnos de las responsabilidades delegadas por Él; o de esperar que Cristo nos siga…
Jesús nunca se estancó, Él fue creciendo espiritualmente. De la misma forma sus discípulos. Según la ciencia, cuando algo deja de crecer, comienza a morir… Algunos árboles viven miles de años porque no terminan de crecer.
¡Nunca dejes de crecer! |