9.    Vox Dei

¿Te ha sucedido alguna vez que llegas a un lugar y alguien incompetente te hace esperar horas, llevar fotocopias, hacer trámites y al final siempre falta algo?

Hace no muchos días, me encontraba haciendo trámites para la construcción de una vivienda y la joven que me había atendido por casi 3 meses, me decía que aun faltaban algunas formalidades para construir. Pensé en mis adentros: “Qué negligencia, qué incompetencia”. ¿Por qué me dijeron que en un mes tendría casa? ¿Por qué cada vez que voy me dicen que falta algo?... Esa misma joven, se quejaba por teléfono porque en la municpalidad no le autorizaban unos terrenos. Decía: “¡Qué inútiles los de la municipalidad!”.

 Así pasé varios meses siendo, prácticamente burlado por un personal incompetente; pero esto me hizo reflexionar acerca de mi propia vida: ¿Acaso seré yo igual que estas personas?, ¿estaré cometiendo los mismos errores? Y la verdad es que en algunas áreas de nuestra vida, esto es así. Lo importante es lograr darse cuenta del asunto, de cuándo Dios nos está indicando el camino correcto y poder así corregirlo a tiempo.

Es increíble cómo Dios nos habla en nuestra vida diaria, no precisamente sumido en un profundo ayuno o en un culto dominical. El problema es que muchas veces nos hacemos los sordos, creemos que Él solo nos hablará cuando estemos en un lugar específico, espiritual, cuando en realidad nos está hablando siempre.

El Espíritu Santo nos guía hacia toda verdad, nos hace distinguir entre lo bueno y lo malo y siempre nos acompaña. Permitámosle hablarnos y escuchémosle con atención… porque quizás Dios respondió tu oración ya hace mucho.